Mindfulness para estudiantes de medicina

Los cuidadores necesitan ser cuidados también. Los estudiantes de medicina tienen la vocación de ayudar a las personas que sufren de diversas enfermedades y se les entrena específicamente para ello. Lo que con frecuencia se descuida en su formación es precisamente el saber cuidar de sí mismos. Y quizá no desde el punto de vista de la salud física, sino desde la emocional.

Son muchos los estudios que vienen demostrando los elevados niveles de estrés y ansiedad que presentan los estudiantes de medicina y sabemos que los factores que los predisponen para ello son múltiples. Empieza desde las exigencias académicas a las que son sometidos desde el bachillerato para alcanzar las calificaciones requeridas para accesar a la universidad. Debido a la exposición a esa realidad van generándose ellos hábitos personales y relacionales que pueden llevarles a conductas obsesivas y aislamiento social. Podrían ir creando una rudeza hacia sí mismos, justificada por la autoexigencia en cuanto a lograr los resultados académicos deseados. Una vez que empiezan a tener contacto con la clínica, se encuentran con la enfermedad, el sufrimiento y la muerte como parte de su cotidianidad y van tomando consciencia de las limitaciones propias e institucionales, principalmente con la falta de recursos materiales y humanos en los servicios en los que se entrenan o con la mercantilización de la medicina. Hay estudios que han demostrado que existe una regresión del razonamiento moral y la empatía durante los años de estudios en las escuelas de medicina.

El estrés sostenido de forma crónica puede dar lugar al síndrome de burnout o del profesional ‘quemado’, asociado con las profesiones asistenciales y de relación con otros.

El burnout se caracteriza por una serie de síntomas tales como agotamiento emocional, indiferencia e insensibilidad a ciertos aspectos del trabajo y falta de realización personal. Se describen factores predisponentes de carácter personal, como poca experiencia, disponer de pobres estrategias de afrontamiento al estrés, motivación muy elevada, exagerado sentido de la responsabilidad e idealización del trabajo.

La práctica del mindfulness (atención plena) ayuda para disminuir el burnout y la fatiga por empatía, incrementar las habilidades de autocuidado, disminuir los niveles de ansiedad y mejorar el bienestar general en este colectivo. La práctica del mindfulness se ha relacionado asimismo con la mejora de las habilidades y competencias relacionadas con una buena práctica médica: ser consciente de los propios contenidos de consciencia, ponerse en posición de observador, capacidad empática, escucha activa, estar presente, metaconocimiento y metaconsciencia de lo que está ocurriendo en la interacción terapéutica y establecimiento de la alianza terapéutica (junto con su componente vincular). Las experiencias que en diversos centros de estudios se han obtenido como resultado de enseñar Mindfulness a estudiantes de medicina, motivan que se introduzca la práctica del mindfulness en el currículo formativo de los futuros médicos.

Por Dr.  Manuel Jáuregui G.